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martes, 17 de marzo de 2015

EL IMPERIALISMO COLONIALISTA DEL SIGLO XIX

Un Imperio es una unidad política en la que un Estado o país, ejerce el predominio sobre otro más débil, en forma directa o indirecta.  La época de mayor imperialismo en el mundo fue entre 1880 y 1914.

En el siglo XVI Y XVII, los europeos se habían expandido por América y Europa, pero esta vez, siglo XIX, la expansión tomó otras características: la nueva forma de colonización era de ocupación.

 Las razones o los motivos de la expansión:

  1.  Económicas, los países centrales (industriales) lograron ejercer un control directo sobre las materias primas de los países colonizados, debían invertir capitales en el exterior que generaran grandes ganancias.
  2.  Políticas, la búsqueda de prestigio de las grandes potencias industriales, frente a la necesidad de demostrar al mundo su “superioridad”, adelantándose a otras potencias. El nacionalismo, favoreció esta idea de Estado fuerte y poderoso.
  3. Demográficas, aumenta la población europea en las grandes potencias, envían el excedente de población a las colonias.
  4. Psicológicas y sociológicas, el sentimiento de superioridad del europeo, lo mueve a considerar que el resto del mundo está plagado de razas y culturas inferiores, que es necesario “civilizar”. Esto se llama “darwinismo social”, que significa la superioridad sobre el más apto.
  5.  Posición estratégica: por considerarse próximos a un estrecho o vía marítima.  


Las consecuencias:

  1. Los países industriales se expandieron por toda África y Asia, principalmente Inglaterra, Francia, Alemania Y EE.UU.
  2.  Aumentó la rivalidad entre las potencias europeas para mantener el dominio en sus colonias. Para evitar conflictos se firmaron acuerdos, como el de Berlín que establecía el predominio de un país en la llamada “zona de influencia”. Estos acuerdos serán muy frágiles. 
  3.  Para dominar la zona de influencia, (las colonias) algunos imperios no colocaban gobierno sino que firmaban acuerdos comerciales con las colonias, que los obligaba a tener un lazo de dependencia, mediante préstamos e inversiones como FF.CC.   



lunes, 16 de marzo de 2015

CONTEXTO INTERNACIONAL 1880- 1914

EL CONTEXTO INTERNACIONAL (1880- 1929)

Pueden estudiar los temas de política internacional en otro BLOG de mi autoría:
  
http://proyectointegradohistoria.blogspot.com.ar/

La segunda Revolución industrial: desarrollo del capitalismo

La segunda fase de la Revolución Industrial se produjo en Europa (Alemania, Gran Bretaña, Francia) en EE.UU y Japón entre 1880 y 1914. Significó por un lado, la utilización de nuevas fuentes de energía: petróleo, electricidad, acero y productos químicos y con ello la aparición de nuevas industrias, tecnologías, inventos y avances científicos, por eso también se la llama “revolución científica”.

El acero se utilizó en la construcción de barcos y puentes. La electricidad, la lámpara incandescente. Petróleo: Karl Benz creó el motor de combustión interna dando origen a la industria automotriz. Química: medicamentos como la aspirina, etc. Además se inventaron el teléfono, el avión y el cine.





La importancia de estos inventos fue que sirvieron a todas las industrias, además con la producción industrial creció el consumo masivo. Con el desarrollo industrial surgió una nueva forma de organización empresarial, se formaron:


Sociedades anónimas, ya que las nuevas industrias requerían un capital mayor, se asociaron formando acciones (títulos que representan una parte de la propiedad en la empresa).
  •  Empresas transnacionales (Coca- Cola). Las grandes empresas se convierten en protagonistas en la economía. Utilizan cuantiosos capitales, emplean numerosa mano de obra y regulan las tareas en el trabajo (horario, ritmo, salarios, etc.). Por ej.: una empresa alemana de acero empleaba 122 personas en 1846; 16000 en 1873 y 70 mil en 1913. 
  • La producción comenzó a realizarse en masa con el objetivo de ordenar la producción y el trabajo a través de métodos para lograr un mejor aprovechamiento del tiempo en la fábrica, como en el Tylorismo y el fordismo. El desarrollo de la industria provocó el desarrollo de la economía mundial y profundas diferencias regionales en el contexto internacional y nacional. En este nuevo fenómeno cobró fuerza el capitalismo, sistema político- económico, desde el punto de vista de las economías mundiales, se apoyo en la libertad económica (libre oferta y libre demanda) sostenida en la unificación de la economía mundial (DIT), que dividió económicamente al mundo en dos tipos de países: países centrales (productores de industriales) que invertían en naciones no industrializadas, en FFCC y barcos, para transportar la materia prima hacia el puerto; y países periféricos (productores de materias primas y compradores de productos manufacturados).
 Las consecuencias de este nuevo desarrollo industrial fueron, sociales e ideológicas: 

Consecuencias sociales

  • Disminuyó la tasa de mortalidad y aumentó la población. Migraciones rurales a las ciudades, donde se concentraban los grandes capitales industriales. El aumento en la circulación de bienes y servicios provocó un aumento del consumo, artículos que antes eran costosos (por ej. relojes) estuvieron al alcance de un mayor número de personas. Esto se ha denominado consumo masivo. Para incentivar el consumo, surgió a mediados del siglo XIX (1850) un nuevo mercado: la publicidad. 
  • Hubo grandes transformaciones en la vida cotidiana: 
a. Se extendió la alfabetización: una mejor instrucción permitía la existencia de obreros especializados, a la vez que ciudadanos consumidores, era importante saber leer para interpretar las publicidades. La educación primaria se convierte en gratuita.
b. Desaparece la familia extensa, antes vivían todos en una misma casa que hacía también de taller familiar: padres, abuelos, hijos, nietos. Con la producción fabril, el obrero contratado individualmente, percibía un salario, compraba en el mercado los bienes que necesitaba. Así se mudaba a su hogar, formado por su esposa e hijos. 
c. la composición social
  • La burguesía industrializada, formada por empresarios, inversores y grandes propietarios, se convirtió en la clase dominante o llamada clase alta. Estos formaban parte de las elites, o minorías selectas, de las que pocos formaban parte. Se podía acceder triunfando en el mundo de los negocios, ó a través de carreras universitarias que les permitía obtener un cargo bien remunerado. Otro camino para acceder a la clase alta era la carrera militar. Vivían en mansiones, lejos de la ciudad, disfrutaban del placer de viajar. Impusieron nuevas costumbres como la elegancia en el vestir, asistir a óperas, al teatro. Así surgieron grandes negocios como el turismo y la alta costura. Controlaban la prensa, influían en la opinión pública. Impusieron una moral individualista, es decir, donde los méritos, el esfuerzo y los logros individuales son los que deben valorarse. 
  • Entre los sectores medios o clase media se encontraban, funcionarios políticos, profesionales y técnicos especializados. Las clases medias tendían a imitar a las clases altas, para distinguirse de los obreros y los campesinos. La respetabilidad se conseguía en el aseo, en la vestimenta, en su manera de hablar y ser.

  • Los obreros (proletarios) y campesinos conformaban las clases bajas. Vivían hacinados, trabajaban 14 horas diarias, sin días de descanso. En 1860, comenzaron a surgir los sindicatos como organizaciones representativas de los trabajadores, con el objeto de regular las relaciones laborales entre el obrero y el empresario. Con el correr del tiempo, se convirtieron en organismo de presión a través de las huelgas. En 1889, la difusión de las ideas socialistas, dieron origen a los primeros partidos políticos que buscaban representar y defender a los obreros desde el gobierno democrático.

Consecuencias ideológicas

Las ideologías son un conjunto de ideas que toman los sistemas políticos económicos de un estado para guiar sus acciones. A fines del siglo XIX, fueron el Liberalismo, el Nacionalismo, el Socialismo. El liberalismo
Los burgueses (empresarios) fueron los defensores del liberalismo, aspiraban a la libertad política, económica y social. Sin embargo, una vez que estuvieron en el poder rechazaron la participación de otros sectores sociales. La burguesía alentó el individualismo es decir, la capacidad individual de la persona para alcanzar el progreso, aquellos que no lo habían logrado eran excluidos de toda participación política. El sufragio o voto era restringido, es decir, no era un derecho para todos sino un privilegio de pocos. Solo los que poseían poder económico o intelectual podían votar. Sin embargo, las clases medias surgieron a partir del crecimiento económico, por su trabajo y su esfuerzo, podían tener posibilidades de ascenso social y convertirse en pequeños empresarios, comerciantes o profesionales. Esta clase media admiraba a la burguesía, pero reclamaban mayor participación política. Tanta fue la presión de la clase media, que la burguesía debió acceder a ampliar el voto y la posibilidad no solo de elegir sino de ser elegido. Hacia comienzos del siglo XX, en muchos países el voto ya era universal. Frente a la cantidad de votantes, frente a un capitalismo con beneficios desiguales comenzaron a surgir partidos políticos con ideologías que provenían del Liberalismo, pero que se dividieron por no compartir su concepción social. El liberalismo político dio origen al ESTADO LIBERAL, que es un Estado de Derecho, porque está organizado y funciona de acuerdo a la ley y no a las decisiones arbitrarias de una persona o grupo de personas que detentan el poder. El Estado de derecho Liberal, pone límites y controles a la acción del Estado y garantiza el respeto de los derechos fundamentales y las libertades individuales y colectivas de las personas a través de la Constitución.




EL SOCIALISMO


El socialismo nació en la Revolución Francesa, pero fue en la Segunda Revolución Industrial (1850) que adquirió fuerza como ideología y como partido político a fines del siglo XIX. Hacia 1850, comenzaron a observar que el individualismo defendido por el Liberalismo no les servía para defender los intereses de la clase obrera y la concentración de capitales, no había sido repartida en forma equitativa. Los pensadores del Socialismo fueron entre otros: Marx. Engels, Fourier, Simon, Proudhon, etc. Estos pensadores trasmitieron sus ideas a los obreros a través de pasquines o panfletos propagandísticos con el fin de utilizarlos como instrumentos ideológicos que les permitieran protestar. El principal instrumento de protesta fue la huelga y las organizaciones colectivas como los Gremios. En Londres se formó la Primera Asociación Internacional de trabajadores, con el objetivo de realizar acciones concretas contra el Capitalismo mundial. En estos congresos comenzaron a vislumbrarse dos sectores del socialismo que terminaron por dividirse a fines del siglo XIX: El Socialismo UTÓPICO O REFORMISTA: los socialistas reformistas o utópicos (irreal, inalcanzable) coincidían con el socialismo revolucionario en la necesidad de eliminar el capitalismo como sistema económico y social, buscaban reemplazarlo por una sociedad igualitaria sin clases sociales. Pero discrepaban con el Socialismo Revolucionario en la forma de llevarlo a cabo. Consideraban que llegaría a conseguir derechos más justos para la clase trabajadora con la ampliación del voto, sin tener que llegar a una Revolución. Estaban convencidos que cómo los obreros constituían la mayor parte de la población (obviamente en Europa) si participaban en las elecciones de una Democracia real y Ampliada tendrían representación en el Congreso o Parlamento (donde se elaboran las leyes) desde donde surgirían leyes laborales más justas. Para ello había que crear el partido obrero.Esta ideas dieron nacimiento al partido social- demócrata, que tomó diversos nombres de acuerdo al lugar donde se formó. El Socialismo REVOLUCIONARIO MARXISTA O COMUNISTA: consideraba que el cambio social de igualdad solo era posible con una Revolución Obrera o Proletaria. Para ellos el Estado no debía eliminarse sino que debía formarse un partido revolucionario obrero que transformara al Estado liberal por un Estado Social, que combatiera la propiedad privada de los medios de producción, construyera una sociedad igualitaria y libre. Para ellos el obrero era el sujeto y objeto de la Revolución. Las revoluciones debían producirse en países altamente industrializados, para que este triunfara, teniendo en cuenta que en estos países capitalistas se encontraba la mayor parte de la población obrera. Este tipo de Socialismo ha pasado a la historia con el nombre de marxista, porque tomó las ideas de Karl Marx y Frederick Engels, que escribieron en contra del capitalismo en libros difundidos por toda la Europa Occidental y Oriental. Sin embargo, fue en Rusia donde se aplicaron por primera vez estas ideas, teniendo en cuenta que Rusia no era un país industrializado, fue verdaderamente revolucionaria su aplicación. En la actualidad, se impone más el Socialismo reformista, encontramos la social democracia en varios países europeos y latinoamericanos. En el caso de los países comunistas, es notorio que después de la Caída del Muro de Berlín, el comunismo entró en una franca decadencia que terminó con la disolución de la URSS. Hoy, siglo XXI, observamos que en China se vive una etapa de transición hacia forma más liberales, ya que han desarrollado una economía capitalista fuerte; mientras que en Cuba, la débil salud de Fidel Castro, arrastra al país a políticas ideológicas más liberales. Habrá que esperar que ocurra en el futuro con el Comunismo.



El NACIONALISMO 
Las Nuevas Ideas de nación, vinculadas a la lengua y a la cultura, en los países industrializados tuvieron un fuerte impacto para crear la noción de un destino de grandeza, que más allá del territorio nacional y se proyectaba sobre el resto del mundo. Desde el siglo XVIII, la idea liberal de nación se basaba en un vínculo que los ciudadanos tenían entre sí. Era un contrato social que fundaba el Estado- Nación que se expresaba en las Constituciones liberales. Pero en el siglo XIX, a partir de las ideas románticas, la nación comenzó a ser identificada con determinados contenidos y valores culturales como la lengua, el pasado común (historia) y las tradiciones de un pueblo. Este nacionalismo era utilizado por los gobiernos y partidos políticos para dar unidad a la población y dar existencia a los intereses de toda la comunidad. Los Estados promovieron el sentimiento patriótico y la identificación de los ciudadanos como modo de plantear intereses comunes por encima de las diferencias sociales, culturales e ideológicas. Para lograr esta unidad difundieron las canciones patrióticas, el culto a los símbolos patrios y los héroes históricos. La crisis de 1873, provocó una crisis de las ideas liberales, esta crisis permitió a las ideas de izquierda como el socialismo o de derecha, levantar la bandera de los nacionalismos en contra de la libertad económica, productos importados, etc. A la vez que la idea de nación se hacía carne en el pueblo, los Estados expresaban como idea de nacionalismo la de expansionismo. Una nación era poderosa entre más se expandía. Esta aspiración expansionista se manifestaba en que estaba predestinada a ser una gran nación, que su destino de grandeza le imponía ocupar un lugar de grandeza en el escenario internacional. Estas concepciones nacionalistas- imperialistas, incluían la idea de que las potencias, estaban destinadas a llevar la civilización occidental al mundo entero. Por eso, colonizar territorios en Asia, África o América Latina, no solo era conseguir mercados baratos para sus productos manufacturados sino que cumplían la función moral de civilizar a los “salvajes”. Los occidentales europeos y norteamericanos proponían imponer valores culturales como el trabajo, la fe, modales de cortesía. Las potencias imperialistas se veían como padres educadores de una población que debía ser educada. El encuentro con sociedades diferentes llamó mucho la atención a exploradores, científicos, biólogos que comenzaron a desarrollar la teoría del racismo científico. Esta teoría consideraba que ciertos rasgos físicos hereditarios como el color de piel, la forma del cráneo, etc. determinaban la existencia de distintas razas, algunas superiores destinadas a mandar y otras inferiores destinadas a obedecer. Estas teorías ya habían sido desarrolladas por Darwin en la teoría de las especies, esta era una teoría evolucionista, donde consideraba que las especies animales superiores debían dominar a las inferiores, esta teoría fue trasladada al plano social, dando origen al darwinismo social: las razas superiores dominan a las razas inferiores, lo que será apropiado para la justificación del nazismo en el exterminó de la raza judía.